
La tierra tiembla, los edificios caen como fichas de domino, un rugido ensordecedor llena el aire, es godzilla que ha vuelto a la gran pantalla.
La versión número treinta de la criatura mas descomunalmente llamativa llega pisando duro. Mucho, muchísimo más cerca de la visión original que el fiasco de 1998, este godzilla deja las profundidades para poner la casa en orden, cuando dos titánicos animales, amantes de la radioactividad despiertan con ganas de aparearse
Lo interesante de esta película es que en realidad godzilla es el verdadero protagonista y los humanos los actores de reparto. Científicos, una familia nacida para meterse en el camino de gigantes radiactivos, militares y todos los demás personajes lo intentan pero nadie puede contra la presencia escénica de este coloso que es en sí mismo un icono.
Mostrar la insignificancia de la raza humana frente a esta inmensa criatura que representa el poder de la naturaleza, es la clave de un guion que funciona pero no deslumbra, porque aunque la trama es colosal por definición, esta historia se queda corta en el plano emotivo. Se necesita más drama, más reacciones, más desesperación, no es posible que una colección de monstruos entren en escena arrasen con todo y la comunidad internacional se queda cayada, y los millones de víctimas solo sean el decorado del set.
¿Vale la pena? Si eres un fanático de la franquicia no hay ni que preguntarlo, obvio que hay que verla, al igual que si te gustan las películas de monstruos, catástrofes y caos, pero si quieres ver algo con un poco mas de sustancia y con menos destrucción masiva, pues no se qué se puede esperar de una película donde la trama gira en torno a un ser cuyo principal parlamento es “AARRRR”
Godzilla trailer:
Recomendada: para los amantes de godzilla que quieren ver que puede hacer con un buen presupuesto.
Calificación: 4/5
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